Es mi cabeza, todo mi cabeza.
Explota, vuelve reciclado en diversas muertes.
El mundo recorre el mismo sentido.
Revuelve el barro y se pudre la mente.
No hay tiempo, ya no hay luz.
La pasión se pierde y el puente se destruyó.
lunes, 11 de marzo de 2013
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3 han dicho algo:
Siempre hay que reconstruir los puentes que se caen.
Un abrazo, gracias por tu visita en mi blog.
Besos.
Me he visto en el poema.
Que fuerte...
Yo no veo tu mente podrida , Juans.
Saludos.
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