Representación versus Pasión

Cuando los constitucionalistas de 1853 se propusieron un gobierno "representativo" para la Nación Argentina, justificaron su inclinación por dicha forma de gobierno en el poder que la misma tenía para neutralizar la pasión de lo popular... haciendo primar la razón de los representantes, sobre la pasión de una ciudadanía ávida de cambios y muy probablemente desordenada en sus decisiones.

Hoy, por forzosa herencia, seguimos regidos por esta ¿representatividad? que ha empezado a actuar como contra fuerza a las manifestaciones populares de hartazgo por los problemas que nos están "matando"... la acalorada pasión popular empieza a tomar fuerza a la luz de los hechos y el miedo se torna en acción...y la paciencia se agota junto con la falta de representación que sentimos los argentinos desde hace ya mucho tiempo.